EL PROFESIONAL DE ENFERMERIA Y EL ENFERMO TERMINAL



EL PROFESIONAL DE ENFERMERIA Y EL ENFERMO TERMINAL
INTRODUCCION:
En el presente trabajo se tratará de limitar las posibles soluciones que se presenta en el profesional de enfermería en la atención del paciente terminal ya que es propio de enfermería velar y cuidar del paciente, ya sea con una serie de conocimientos muy bien diferenciados con sus valores y dedicación respetando los derechos y costumbres de cada persona
La función de la enfermera es de total importancia en el cuidado del enfermo terminal con los correctos cuidados paliativos que ofrece para de esta manera mejorar la calidad de vida del paciente. En esta etapa los pacientes presentan una serie de síntomas y en ocasiones preguntas e inquietudes que no se atreven a realizarlas así mismo de esta manera la enfermera despeja ciertas dudas y comprenderlas, en definitiva se busca encontrar un sentido a lo q ocurre por esta razón es de vital importancia que el personal de enfermería es ayudar adaptarse en el proceso de morir y de igual manera preparar a la familia, y estar totalmente preparada profesionalmente para prestar plenamente cuidado en sus condiciones más difíciles si requiere el caso( preparar al paciente para una muerte digna).
ESCALAS DEL DOLOR:
Debido a la intensidad del dolor existen instrumentos o escalas para determinar la intensidad.
Escala visual analógica. - se basa en una línea numerada del 0 al 10.
Escala frutal análoga. - se lo realiza en secuencia de 10 frutas conocidas.
Lo ideal en el tratamiento del dolor es la prevención mediante el empleo de ciertos analgésicos los cuales actúan en diferentes sitios, cuando el enfermo se encuentra moribundo el objetivo de la enfermera es conseguir el máximo control del dolor y se puede utilizar ejemplos de sedación en los que exista la capacidad de continuar una conversación más tranquila.
La hidratación por sonda nasogástrica o por vía endovenosa es periódicamente beneficiosa para un enfermo terminal.
LA ALIMENTACION EN EL ENFERMO TERMINAL:
Es un cuidado ordinario alimentar por sonda nasogástrica y de esta manera se espera una supervivencia razonable en esta etapa se puede incluir la alimentación por gastrostomía.
Las enfermeras que atienden al paciente y deben contribuir con la tarea que desempeñan los nutricionistas que se deberán tener en cuenta en algunos casos.
LOS DERECHOS DEL ENFERMO TERMINAL:
En los ´pacientes en estado terminal tienen derecho a recibir un cuidado especializado con el fin de minimizar los riesgos de morir o quedar incapacitados, a obtener de los médicos información acerca de su condición a negarse de ciertos tratamientos dentro de lo permitido.
Las enfermeras/os deben velar por el cumplimiento total de estos derechos por parte de todos los profesionales que tienen relación con el paciente.










CONCLUSION:
Un deber ético de la enfermera /os es preparar al paciente de estado terminal y a su familia para que sirva de apoyo al paciente de esta manera brindarle una mejor calidad de vida y hacer validos sus derechos que le corresponden, y de esta manera hacer validos sus voluntades anticipadas, sus decisiones y tratamiento que desee realizarse.
Es necesario una correcta formación del profesional de enfermería para ayudar a su paciente en los momentos de intenso dolor y humanizarse en momentos más difíciles.




PILDORAS:
·         Esta etapa final de la enfermedad viene marcada cada vez más por el deterioro del estado general del paciente de una muerte inminente (ya sea horas, o días).
·         No olvidar que que la familia del paciente es la primera vez se enfrenta a la muerte por lo que se debe individualizar la situación.
·         Durante esta etapa puede existir total o parcial los síntomas previos o aparecer nuevos que incluso pueden llegar al coma.







BIBLIOGRAFÍA:
·         Libro de cuidados paliativos en enfermería de Leticia Hernández Centeno – Rebeca Bravo Cabañas, Inés Gonzales Hernández.
·         Revista Índex de enfermería – Gómez A, No me da miedo la muerte, me da miedo el dolor.
·         Torralba Francesa – Ética del cuidar.

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